Cepillado regular: Cepíllate los dientes al menos dos veces al día durante dos minutos cada vez, utilizando un cepillo de cerdas suaves y una pasta dental con fluoruro.
Uso de hilo dental: Usa hilo dental diariamente para eliminar la placa y los restos de comida entre los dientes y a lo largo de la línea de las encías, donde el cepillo no llega.
Enjuague bucal: Considera el uso de un enjuague bucal antibacteriano para reducir la placa, combatir el mal aliento y mejorar la salud de las encías.
Alimentación saludable: Mantén una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, granos enteros y lácteos bajos en grasa, y limita el consumo de azúcares y alimentos ácidos que pueden dañar el esmalte dental.
Hidratación: Bebe suficiente agua a lo largo del día, lo que ayuda a mantener la boca hidratada y a eliminar bacterias y residuos de alimentos.
Evitar el tabaco: No fumes ni uses productos de tabaco, ya que pueden causar problemas de encías, manchas en los dientes y cáncer bucal.
Revisiones dentales: Programa visitas regulares al dentista cada seis meses para chequeos y limpiezas profesionales.
Cuidado con los hábitos: Evita hábitos perjudiciales como morderte las uñas o usar tus dientes como herramientas, ya que pueden dañarlos.
Protección dental: Usa un protector bucal si practicas deportes de contacto para proteger tus dientes de posibles lesiones.
Atención a cambios: Presta atención a cualquier cambio en tu boca, como sangrado de encías o sensibilidad, y consulta a un dentista si notas algo inusual.
Siguiendo estos consejos, podrás mantener una buena higiene bucal y contribuir a una sonrisa saludable a lo largo del tiempo.